No hay muchos deportes tan accesibles como el running. Ponte las zapatillas, los pantalones de deporte y la camiseta y ya estás listo para empezar. Sin embargo, es aconsejable no llevar cualquier calzado si quieres disfrutar del footing el mayor tiempo posible. Y es que unas zapatillas de running inadecuadas pueden tener graves consecuencias a largo plazo para tus huesos, articulaciones y músculos.
Esto puede incluso llegar al extremo de que no sólo tengas que dejar de correr, sino que también te veas limitado en tu vida diaria. Por eso, antes de comprar unas zapatillas de running nuevas, deberías tomarte tu tiempo para elegirlas, independientemente de si eres un corredor profesional, un deportista aficionado ambicioso o un corredor ocasional.
La oferta de zapatillas de running es tan variada que es fácil perderse. ¿Qué zapatilla de running me conviene? ¿Qué debo tener en cuenta al comprarlas? ¿Qué requisitos debe cumplir mi zapatilla de running para que me divierta al máximo corriendo? Respondemos a estas y otras preguntas en este texto.
Algunas personas se preguntan por qué es necesario llevar zapatillas especiales para correr. ¿No me valen mis zapatillas normales? Cuando corres, tus pies, rodillas y columna vertebral están expuestos a cargas enormes que las zapatillas normales no pueden absorber. Cada vez que pisamos, nuestro sistema musculoesquelético tiene que absorber unas tres veces nuestro peso corporal. Por lo tanto, es muy útil que el calzado sea capaz de aliviar un poco esta tensión.
Las zapatillas de running se han desarrollado precisamente con este propósito, a saber, llevar a los corredores a su destino con la mínima tensión en el sistema musculoesquelético. También garantizan una transmisión de potencia optimizada para que puedas utilizar tu energía de forma más eficiente. Con las zapatillas de running adecuadas a tus necesidades individuales, no sólo minimizas el riesgo de lesiones y daños a largo plazo en rodillas, columna vertebral, espinillas o pies, sino que también utilizas tu energía de forma más eficiente para poder correr durante más tiempo y con más dinamismo.
Elegir las zapatillas de running adecuadas depende de varios factores. Lo más importante es que te sientas cómodo con tus zapatillas de correr desde el primer momento. Si al probártelas te aprietan o aprietan ligeramente en un sitio u otro, es que no son las zapatillas de running adecuadas para ti. Este problema empeorará con el tiempo y hará que no disfrutes corriendo.
Además, las zapatillas deben adaptarse a tu estilo de correr. Cada tipo de carrera es diferente, la anatomía de los corredores puede variar considerablemente y la superficie de carrera preferida es otro aspecto que hay que tener en cuenta a la hora de elegir la zapatilla de running adecuada.
Por ejemplo, si corres principalmente por carreteras asfaltadas y senderos, tus requisitos individuales para la zapatilla de running perfecta serán diferentes a los de si trotas principalmente por bosques y praderas. La altura y el peso corporal, el nivel de forma física y los objetivos individuales, así como la edad, son otros factores que intervienen en la elección de la zapatilla de running adecuada.
El lugar por el que prefieres salir a correr desempeña un papel muy importante a la hora de elegir las zapatillas de running adecuadas. Si corres principalmente en ciudad por caminos pavimentados, probablemente busques unas zapatillas de running con buena amortiguación y gran capacidad de respuesta. Si, por el contrario, corres sobre todo fuera de la carretera, buscas robustez, buena sujeción y un agarre firme.
Más amortiguación significa más comodidad al correr y un mayor retorno de energía. Sin embargo, esto tiene el precio de un peso adicional y una mayor distancia al suelo. Unas zapatillas con menos amortiguación te permiten sentir el suelo más directamente al correr. Si aún no estás seguro de lo que prefieres, tómate tu tiempo y prueba diferentes zapatillas de running para descubrir con cuáles te sientes más cómodo.
El comportamiento individual de balanceo del pie, conocido como pronación en la jerga técnica, es otro factor que influye en la elección de las zapatillas. Si las zapatillas no se adaptan a su estilo de correr, el riesgo de lesiones aumenta enormemente. Alrededor de la mitad de la población tiene un comportamiento de balanceo neutro, los pies no ruedan ni demasiado hacia dentro ni demasiado hacia fuera. No se necesita ningún apoyo especial ni en el interior ni en el exterior del pie.
La otra mitad de la población es hipopronadora o sobrepronadora. Si eres sobrepronador, el tobillo y el pie se doblan hacia dentro al entrar en contacto con el suelo. En este caso, necesitas una zapatilla de estabilidad. Se trata de una zapatilla de running con amortiguación estructurante y de apoyo, especialmente en la zona del mediopié. Por otro lado, debes evitar las zapatillas de running con la parte exterior reforzada.
Si el borde exterior del pie está sometido a un esfuerzo excesivo durante el movimiento de carrera, esto se conoce como subpronación. Las zapatillas de running para subpronadores tienen una fuerte amortiguación, que garantiza que los impactos se distribuyan uniformemente desde el talón hasta la entresuela y el exterior.
Las zapatillas de correr deben sentarte cómodamente en los pies y no apretarte demasiado. Al correr, el peso del cuerpo presiona los pies, que se dilatan y necesitan más espacio. Tenlo en cuenta a la hora de comprar unas zapatillas nuevas y elige una talla superior a la que calzas normalmente. Entre el dedo gordo y la costura debe haber un espacio de aproximadamente el ancho de un pulgar, para que no choques con nada en la parte delantera. Con los cordones adecuados, puedes asegurarte de que el talón se mantiene en una posición óptima y no se sale mientras corres, incluso con zapatillas de running más grandes.
Con el tiempo, el material de las zapatillas de correr -como el de cualquier otro calzado- se deteriora y pierde lentamente sus propiedades funcionales. La mayoría de las zapatillas de correr llegan al final de su vida útil después de unos 700 kilómetros. Sin embargo, la velocidad a la que envejecen las zapatillas de correr también depende de la frecuencia y la intensidad con las que corras con ellas, de la superficie por la que corras principalmente y de tu peso corporal.
Sin embargo, después de un año como máximo, es aconsejable buscar un nuevo par de zapatillas de correr. Si no recuerdas exactamente cuándo compraste tus zapatillas de correr -es aconsejable anotar la fecha la próxima vez que las compres-, puedes averiguar fácilmente si siguen ofreciendo suficiente estabilidad doblándolas. Si las zapatillas se pueden doblar o retorcer por completo, es que ya no sirven y hay que cambiarlas.
En Running-Point encontrarás una gran selección de zapatillas de running de todos los fabricantes de renombre como ASICS, adidas, Brooks y Nike. Y en una gran variedad de colores y diseños. Deberías dar menos importancia al aspecto de tus zapatillas de running que a su funcionalidad, pero si puedes matar dos pájaros de un tiro, ¿por qué no?
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